Introducción
INTRODUCCIÓN
En este fascículo vamos a conocer e identificar los elementos que intervienen en
el proceso de construcción del conocimiento y de los diferentes tipos de éste;
como son: el no científico, científico y filosófico. Hablamos del conocimiento como
un fenómeno en el que interactúan varios elementos, tanto individuales como colectivos,
en los primeros participan aspectos psicológicos como los reflejos, hábitos,
pensamientos e inteligencia, en los segundos: condiciones histórico-sociales.
Estudiando estos elementos observaremos que el conocimiento es una actividad
inacabada y constante, que el acto de conocer no es algo que se obtiene en ciertos
ámbitos como por ejemplo, el científico. Sino también es un proceso que está presente
en la vida cotidiana a nivel biológico, emotivo e intelectual.
Sabemos que una de las tareas ineludibles del ser humano es conocer el entorno en que
vive; sin embargo, no todas las maneras de conocer son iguales, porque el conocimiento
en general abarca desde las más rudimentarias experiencias vivénciales (como pueden
ser las que existen entre un bebé y su madre o la diferencia entre un gato y un perro)
hasta los productos de las más metódicas investigaciones, es decir, el conocimiento que
constituye las ciencias.
Por esto la grandeza del ser humano radica en la capacidad de conocer, el afán de
saber. Por naturaleza el hombre se dirige al mundo que le rodea, lo interroga, busca
interpretarlo, conocer las leyes que regulan sus procesos y arrancar o descubrir los
secretos de la naturaleza. Frente a este interés el hombre trata de dar respuesta, aún
cuando no siempre es la acertada, y en este sentido se convierte en fuente de
investigación, pues la investigación proporciona la seguridad de los conocimientos.
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